Rebatiendo el mito fundacional de España

Si has pinchado aquí por el título te tengo que confesar que he intentado hacer un click-bait aunque prometo que tiene todo el sentido. No pretendo enfadar a nadie sino poner las bases que permitan un análisis crítico de lo que creemos y lo cerca o lejos que puede estar de la realidad.

Lo primero que tenemos que pensar es que los mitos no tienen por qué ser verdad o mentira. Simplemente son ideas compartidas por un conjunto representativo de personas, cualquiera que sea la naturaleza u origen de dichas ideas. He aprendido de Juan Miguel Zunzunegui que cada nación tiene un mito fundacional en la que se afirma a sí misma. Este mito es imprescindible para explicar por qué una cosa que no pertenece a la realidad natural, como es una nación, empezó a existir en el ideario colectivo de un número suficiente de personas. Zunzu utiliza este concepto para explicar que el mito fundacional de México les hace despreciar lo que son y preferir otras realidades que realmente les serían lesivas. Te recomiendo que busques por internet sus videos porque con ellos se aprende mucho. Entre otras cosas, podrás entender que el mito fundacional de México se basa en dos pilares fundamentales:

  • La exaltación de una civilización pre-hispánica: los Méxicas, que consideran la más avanzada y brillante de la historia humana.
  • La creencia en que 400 españoles zarrapastrosos destruyeron aquella maravilla cultural, les esclavizaron y robaron el oro. 
Zunzunegui se basa en esto para afirmar que México odia la mitad, al menos, de lo que son y eso les hace tener un complejo frente a otras naciones como por ejemplo su vecino del norte. Muy interesante reflexión.

El resto de naciones también tienen su mito fundacional. Los EEUU tienen el mito del Mayflower y lo mucho que oraban los peregrinos mientras compartían plato y mantel con los indígenas. Este cuento no se lo cree ni el que asó la manteca, pero por desgracia el espíritu crítico no funciona con los mitos nacionales. En Francia tienen muchos, el principal puede ser el sacrificio de Juana de Arco, pero para entender la Francia actual necesitan alargarlo y ampliar el mito en el tiempo hasta añadir que Francia ganó la Segunda Guerra mundial y resistieron heroicamente al invasor nazi. Mito equiparable al del Mayflower.  Muy discutible. Incluso el nacionalismo catalán ha acuñado el mito fundacional de Cataluña en una guerra entre Cataluña y España, difícil de aceptar porque dan un significado a lo ocurrido en la Guerra de Sucesión que no coincide con el que le dieron los catalanes de la época. Podríamos poner muchos más ejemplos. 

Si te fijas, todos estos mitos comparten un patrón: se toma un poco de verdad, se retuerce, exagera, también se miente y finalmente se hace una interpretación interesada que, en general, nunca le dieron sus protagonistas. Además no falla nunca: todas las realidades nacionales necesitan un inicio épico. Necesitan ser "los buenos" y eso solo se puede hacer si nacieron enfrentándose a "los malos". Es curioso que nadie cree que uno mismo es malo o hace el mal. El malo siempre es el otro. Esto es aplicable tanto a las personas individuales como a los grupos sociales.

Voy a enunciar ahora el mito fundacional de España. Nuestro país es tan complejo que necesita un mito demasiado largo en el tiempo para auto-justificarse. Y es tan largo porque hay algo que no nos gusta ocupando una parte relevante de ese tiempo, pero no adelantemos acontecimientos. ¿De dónde sale España según la tradición que hemos oído y estudiado durante tantos siglos? Ahí vamos:




Según el mito, España es un concepto preexistente que los romanos ya llamaban Hispania. En la Hispania prerromana vivían dos grupos diferenciados de individuos: los Íberos y los Celtas que en algunas partes se fundían y formaban sociedades mixtas. Estos grupos sociales tenían orígenes diferentes y vivían en regiones distintas. Cuando Roma llega a Hispania en el 218 AC, conquista, coloniza y romaniza a estas poblaciones en un proceso que dura 250 años, de forma que la sociedad resultante Hispano-Romana está totalmente integrada en el Imperio, habla Latín y adopta por completo las leyes y costumbres romanas. Tanto es así que, cuando el emperador Constantino adopta el Cristianismo, Hispania se convierte a la nueva religión en un tiempo récord. Es decir, la Hispania del Bajo Imperio, habla Latín, es Cristiana y está completamente sometida al poder y la cultura del Estado Romano.

Cuando cae el Imperio Romano, se asienta en Hispania el pueblo visigodo, que se integra con el sustrato Hispano-Romano anterior y crea un nuevo Estado que ejerce su poder en todo el territorio. Los visigodos también se romanizaron, terminaron por dejar sus creencias heréticas y mantuvieron Hispania unida. 

Por desgracia las luchas intestinas entre visigodos les debilitaron y en el 711 los musulmanes invaden la península, derrotan a los visigodos en Guadalete y expulsan a los cristianos hacia el norte. Esos musulmanes llegados por el estrecho de Gibraltar se asientan en la mitad sur de España reemplazando a los cristianos. 

La resistencia cristiana se agrupa en torno a Asturias y desde allí se inicia la Reconquista. Proceso mediante el cual los cristianos volverán a conquistar militarmente el sur durante 800 años, expulsando una vez más a los musulmanes y recolonizando las áreas en control de los últimos con cristianos venidos del norte. Una vez completado el proceso de reconquista, Isabel reina de Castilla y Fernando rey de Aragón unen sus reinos y devuelven el status quo a la situación previa al 711: una España unida y cristiana que siempre existió. De hecho, para asegurar la unidad no solo en lo mundano, sino también en lo espiritual, expulsan a los judíos de España. Solo quedan fuera del proceso los portugueses, mal influenciados por poderes extranjeros, quienes no quieren volver a la Hispania universal. 

Este es el mito fundacional. Como en el resto, hay verdades, hay muchos hechos interpretados de forma torticera y hay muchas mentiras. En nuestro caso hay demasiadas mentiras. 

Antes de entrar en materia veamos los actores del mito. Tenemos "los buenos", que son los celtíberos que luego se romanizaron y se mezclaron con los romanos y unos cuantos visigodos para convertirse en "los cristianos". Tenemos "los malos" que son los invasores musulmanes que expulsaron a los cristianos. Aunque finalmente los buenos, nosotros los cristianos, vencimos y devolvimos a los musulmanes a África. Me queda un tercer grupo que serían "los pringados" que serían los judíos que pagaron con su expulsión el final de la historia. 

Mi misión desde este punto del texto es demostrarte que ni los hechos son verdad, ni los actores fueron esos, ni esa distinción entre buenos o malos tiene medio pase. La historia de España es mucho más apasionante y menos dependiente del exterior. Nos estamos perdiendo lo mejor de nosotros por tener estas ideas preconcebidas. 

Antes de empezar necesito poner por delante una verdad axiomática. Hispania era en la antigüedad un concepto geográfico, igual que lo era Italia. En ambos casos, dentro de cada una había realidades sociopolíticas diferentes, pero el concepto se refería solo a un ámbito geográfico. Sería equivalente al concepto que hoy tenemos de Asia: una parte del mundo en la que se encuentran realidades tan diferentes como Jordania y Japón. En Hispania había Carpetanos, Vetones, Lusos y un montón de realidades socio-políticas distintas.

Para continuar el razonamiento voy a utilizar dos herramientas. La primera es el artículo que ya escribí sobre las tribus de Hispania. En él comento, en base a estudios de ADN actuales, como los españoles somos básicamente los mismos que salimos de la última glaciación y por qué las distintas invasiones no han tenido mucho efecto genético en nuestra sociedad. La sociedad española no ha sido reemplazada por otra en ningún punto de España desde mucho antes de la invasión romana, por mucho que nuestra cultura haya cambiado mucho a lo largo del tiempo. Esto al menos hasta el s.XX donde se empiezan a producir procesos de inmigración masiva desde otros puntos del mundo. El artículo también argumenta que Íberos y Celtas parten del mismo sustrato inicial y se diferencian a lo largo de los siglos debido a las distintas influencias extranjeras a las que están sometidos: los Íberos a toda la riqueza cultural y comercial del Mediterráneo y los Celtas del norte a la influencia atlántica mucho más pobre y endogámica o, en la mayor parte de los casos, al aislamiento.

Me falta una segunda herramienta, que es analizar los procesos migratorios de la antigüedad. Voy a intentar razonar contigo como podían ser y las diferencias con lo que nos han contado. El problema que tenemos para verlo con la perspectiva adecuada es que estamos muy familiarizados con los hechos que han ocurrido en el mundo los últimos 500 años. Durante este periodo hemos presenciado migraciones masivas que han posibilitado sustituciones completas de poblaciones originarias por otras que tenían origen en el otro lado del mundo. Este fenómeno se ha producido en los EEUU, Canadá, partes relevantes de Argentina o Chile, muchas zonas del Caribe, Australia o Nueva Zelanda. También hemos visto procesos menos agresivos de reemplazo genético en forma de mestizaje en sitios como México. Estamos hablando de un porcentaje muy relevante del mundo, donde hemos cambiado la composición genética de las poblaciones de forma completa o al menos muy significativa. Esto nos lleva a pensar que en la antigüedad haya habido procesos similares. Veamos qué hechos han posibilitado esas migraciones masivas con reemplazo genético:

  1. Un excedente demográfico en origen. En general, la razón principal que disparó todos estos procesos migratorios fue el crecimiento demográfico de los países europeos, gracias a las mejoras tecnológicas, económicas y sociales que se han sucedido desde el Renacimiento, que propiciaron menor mortalidad infantil y un alargamiento en la esperanza de vida.  
  2. Incapacidad para mantener a tanta gente. Aunque las mejoras mencionadas en el punto anterior hicieron que aumentara la población, aún no se tenía los medios de producción necesarios para alimentar y dar una vida digna a esa nueva población.
  3. Cataclismos. Este es un punto habitual para explicar grandes migraciones. Sin embargo yo personalmente creo que ha producido muy pocas. Sí conocemos la hambruna de la patata en Irlanda que explica fenómenos migratorios, pero en general no hay grandes cataclismos que inicien enormes migraciones. Se suele atribuir la migración de los Pueblos del Mar que exterminaron las grandes civilizaciones de la Edad de Bronce tardía a un cataclismo natural, pero tal vez se debe a la falta de otra explicación. Desde el año 1500 en Europa hay un periodo climático que se conoce como "La Pequeña Edad de Hielo". ¿Puede tener efecto en las migraciones? Puede, pero no las explica por sí sola.
  4. Tecnología. Todas las migraciones europeas que hemos comentado tienen como factor común el poder contar con tecnología capaz de transportar esas personas a grandes distancias con las herramientas necesarias para producir en destino nuevos asentamientos con el mismo nivel tecnológico. 
  5. Diferencia tecnológica. En todos los casos las migraciones masivas se valieron de la enorme diferencia tecnológica con los reemplazados. Siempre se produjeron enviando al destino conocimientos y tecnologías post-renacentistas a liquidar sociedades que aún estaban en los alrededores de la Edad de Piedra. En ningún caso hubiera sido posible ese reemplazo genético en Japón o China, por poner dos ejemplos que, sin estar tecnológicamente tan avanzados como los europeos, no estaban tan atrasados como los pueblos que fueron reemplazados. 
Los europeos hemos llegado incluso a valernos de nuestra tecnología para llevar nuestras naves a África, secuestrar decenas de miles de personas que estaban tecnológicamente en la Edad de Piedra y transportarlas a América para que trabajaran como esclavos en las explotaciones de los europeos que ya habían exterminado a las poblaciones anteriores. Aparte de la falta de ética evidente, hace falta una tecnología muy avanzada en relación a las demás para poder hacer eso. 

Nos falta además una reflexión importante. No hay migración grande o pequeña que no haya dejado un rastro enorme y una cicatriz imborrable. Incluso las que no han tenido éxito. Las migraciones masivas son los eventos más violentos producidos por el hombre y, de una manera u otra, dejan un rastro gigante. En las migraciones muy antiguas hay que buscar ese rastro en la arqueología, pero en aquellas que se han producido a partir de Roma, tenemos además crónicas bastante detalladas. Desde la migración fracasada de Cimbrios y Teutones hacia el sur de Europa, pasando por la de los Helvecios que inició las campañas de César, siguiendo por las invasiones bárbaras que destruyeron el Imperio y terminando por la guerra entre la Alemania nazi y la URRS (que no dejó de ser el intento de migración de los germanos hacia su lebensraum), no ha habido intento de migración que no haya tenido un eco enorme.

Una vez hemos entendido las razones y los mecanismos de las grandes migraciones del último medio milenio , vamos a ponerlas en el contexto de nuestro mito fundacional.

Primero está el extraño caso de los Visigodos. Este pueblo sí aparece en la península por un exceso demográfico entre las tribus germánicas, no directamente, sino empujado por otra migración (la de los Francos) que les expulsa del territorio que ocupaban. En cualquier caso hay exceso de gente en el norte de Europa y varias tribus se encaminan al sur para buscar nuevos territorios donde asentarse. Digo que el caso visigodo es extraño porque no tenían grandes ventajas sobre la población hispana y si se instalaron aquí es porque el propio Imperio les gestionó el paso y les cedió el poder. 

Para seguir la pista a nuestro mito nos interesa saber el número de personas que entraron en España con esta invasión visigoda. Hay artículos variados que nos dicen que estaría compuesto por entre 80.000 y 300.000 personas. La horquilla superior parece un número muy poco razonable. Con toda la tecnología de la edad moderna, Europa solo fue capaz de enviar a Argentina seis millones de personas en 70 años. Esto son 85.000 personas por año, teniendo comida enlatada, purificadores de agua, barcos y trenes de vapor y otros inventos que facilitan el tránsito. Pensar que 300.000 personas con sus pertenencias cruzan los Pirineos alrededor del año 500 DC como quien va a Gandía de vacaciones es poco razonable. Al menos en el inicio de la Alta Edad Media. Tenemos que ver a los visigodos como un gran ejército mandado por señores de la guerra que se movía con sus familias. Dentro de este periodo de la Alta Edad Media, un ejército de 20.000 guerreros ya sería descomunal. Con familias 60.000 y ya me parece un dato desmesurado. Recordemos que hablamos ya del periodo más oscuro de la Edad Media. En cualquier caso, aunque fueran aún más podemos inferir que los famosos visigodos fue una élite militar que dominó la península a modo de policía armada de la época pero que no supuso un cambio social sobre la estructura anterior.

Veamos ahora el siguiente gran poder que llegó a la península: los musulmanes. Tarik llegaría a la península con ¿15.000? guerreros. Ya me parecen muchos. Los musulmanes llegados en el 711 tenían, además de las dificultades de mover masas de gente que tuvieron los visigodos, el problema añadido de cruzar el Estrecho de Gibraltar, así que 15.000 es mi parte alta de la horquilla. Algunos autores estiman la batalla de Guadalete en la que los Visigodos perdieron el reino como una lucha de 2500 musulmanes contra otros 2500 cristianos. Esto ya me parece poco, pero para lo que estamos contando nos sirve: la cantidad de musulmanes que llegaron en el 711 fue muy pequeña. De nuevo un par de señores de la guerra con sus huestes que se hacen con el poder feudal a base de miedo. 

Detengámonos un poco en este punto porque es la parte fundamental para entender el mito fundacional de España y por qué es tan poco cierto. Lo que pasó después de Guadalete lo hemos tapado durante cientos de años, creando una historia diferente que no tiene ni pies ni cabeza. La historia oficial lleva siglos diciendo que tras Guadalete los cristianos huyeron hacia el norte, excepto algunos que no pudieron y quedaron en zona musulmana donde aún pudieron ser cristianos. De ese modo vinieron los musulmanes y sustituyeron a los cristianos en toda la península excepto en las montañas de Asturias. Mentira tras mentiras. Veamos.

  1. La primera es suponer que existía una Hispania visigoda. Lo que existía eran una serie de sociedades, más o menos romanizadas. Sociedades sometidas no siempre en la misma medida a los señores de la guerra visigodos. Lo que tengo por seguro es que un hispano de Gadir no se sentía compatriota de un Cántabro del norte. Además, el hundimiento del Estado visigodo tras la primera derrota de su horda de guerreros expone bien a las claras que dicho Estado nunca existió más allá del miedo al guerrero bárbaro. El Estado visigodo estaba donde estaban sus guerreros y desaparecidos estos se esfumó sin dejar rastro.
  2. La segunda es la sustitución de cristianos por musulmanes. Ya hemos comentado que el número de personas que llegaron con Tarik tuvo que ser muy limitado. Así que en vez de pensar en una marea invasora y colonizadora, tenemos más bien que pensar que unos señores de la guerra derrotados fueron sustituidos por otros.  Estos nuevos señores de la guerra se tomaron la molestia de mandar expediciones militares por la península exigiendo la sumisión al nuevo poder. ¿Entonces no vinieron los musulmanes? Pues no, o al menos demasiado pocos. Lo que ocurrió es que con la sumisión de las principales ciudades fueron consiguiendo paulatinamente la conversión religiosa. El motivo es fácil, los no musulmanes tenían un impuesto especial: la Yizia. Merecía la pena hacerse de la nueva religión. 
  3. La tercera es suponer que dominaron toda Hispania. Estos nuevos señores de la guerra sí tuvieron la habilidad de crear un Estado bastante mejor que el visigodo. Pero con los medios del s. VIII es difícil crear una nación cohesionada. Sometieron de forma bastante sencilla las ciudades más romanizadas. Curioso. Córdoba, Sevilla, Zaragoza y Toledo son los mejores ejemplos. Las mismas sociedades que adoraban a Baal u otros dioses paganos, cambiaron al Dios cristiano 2 siglos antes y de nuevo cambiaron a Alá cuando las circunstancias lo requirieron. Esos mismos volvieron siglos más tarde a adorar al Jesús del Gran Poder, La Macarena y la Virgen del Pilar. Esto es lo que nos da vergüenza y lo que ha requerido crear un mito llamado "La Reconquista" que lo explique. 
  4. Por último es un error suponer que dominaron toda Hispania excepto las montañas del norte. Como comentaba antes, se hicieron con cierta facilidad con la sumisión de las ciudades romanizadas. Dominar la hispania rural les sería muy complicado. Pero sobre todo, no consiguieron presencia en la zona que Roma no consiguió dominar del todo siglos antes: el tercio noroccidental. Por encima del Duero no tuvieron poder, así que lo hicieron aún peor que Roma. 
La Batalla de Covadonga se suele relatar como una lucha agónica de los últimos cristianos en el último rincón de España frente a la ola arrolladora de musulmanes que les iba a echar al mar. A la luz de lo que acabas de leer lo podemos interpretar como la insumisión de los astures del norte a someterse de manera alguna a un poder extraño que venía del sur. Ese ejército musulmán iba a pedir sumisión e impuestos. Si Roma no consiguió dominar a esa gente y tuvo que dejar en León la Legión VI primero y la VII después para vigilar la cordillera cantábrica, los nuevos señores de la guerra no tuvieron más suerte.

Se inicia así lo que llamamos Reconquista que fue más una guerra entre noroeste y sureste. En los primeros trescientos años el norte luchaba por su autonomía y en los siguientes trescientos el sur luchó por su propia independencia. Perdió el sur como ya sabemos y tuvieron que volver con mucho gusto al Jesús del Gran Poder y La Macarena.

Entonces, si España no se fundó con las bases que creíamos ¿Cómo lo hizo? 






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